Muchas veces los temas simples del sector generan dudas en los externos al mismo. Es por ello que nos hemos propuesto ponernos en los pies del consumidor/lector para poder contestar estas preguntas.
Elegir cómo queremos imprimir, determinará los tonos que tendrán nuestros diseños.
RGB
Las siglas representan 3 colores: RED, GREEN Y BLUE. Esta nomenclatura es reconocida internacionalmente y con la suma de los tres se puede obtener cualquier tono, es decir, se basa en la síntesis aditiva, el color se emite mediante luz. Superponiendolos todos se obtiene el color blanco. Esta nomenclatura se usa especialmente en formatos digitales: pantallas, móviles, etc. Con este modelo podemos llegar a obtener hasta 17 millones de colores y los colores obtenidos son mucho más brillantes y fuertes.
CMYK
También llamada cuatricromía, representa las siglas de los tonos CYAN, MAGENTA, YELLOW, KEY BLACK, y a diferencia de la nomenclatura anterior, se basa en la síntesis sustractiva, es decir, utiliza la luz reflejada por los objetos. Es normalmente la escala en la que se imprimen los materiales. Su amplitud es mucho más reducida que la de RGB, pudiendo solo obtenerse 1 millón de colores de su mezcla.
¿Pero y esto que implica?
Normalmente, se preparan en ordenador los archivos que se utilizarán en la impresión y por tanto al visualizarlos estaremos haciéndolo en un formato RGB. Al pasar a impresión los tonos no serán los mismos, porque estaremos usando CMYK.
Siempre tenemos que tener presente esto y realizar la conversión antes de imprimir los materiales para evitar fallos y resultados indeseados.
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